Lavandas "Blue Mill"

La historia de Olga...

La historia de las lavandas de Olga comenzó en un viaje qué hizo con parte de su familia al Estado de Washington, (EE.UU.). Si bien allí no tuvo su primer contacto con ellas, y sabiendo de las numerosas plantaciones en la zona, regresó con esa idea rondando en su cabeza: ella quería plantar y cosechar lavandas.

Consultó a su marido si disponía de un espacio donde dar rienda suelta a su idea y le cedió un hermoso terreno contiguo a la casa. Buscando información, tanto en internet - como lo que aprendió con un libro (regalo de su hijo) escrito por la gurú de las lavandas Virginia McNaugthon (que vive en Nueva Zelanda) -, pouso en práctica esta pasión (que hasta el momento era sólo una idea, un deseo).

Olga cuenta que fue difícil encontrar esa variedad aquí en Argentina, porque lo poco que se cultiva aquí es lavandín, pero ella estaba empecinada en obtener "Lavandas" así con mayúscula. Tampoco contaba con las condiciones óptimas de altura con respecto al nivel del mar qué se supone es requirida para ésta planta pero a pesar de eso continuó con la búsqueda. Pasó cerca de un año hasta qué encontró quién le hiciera una planta. Las plantó personalmente. Cerca de 2000 plantines dispuso en fila. Las regó, limpió y cuidó de malezas...una ardua tarea según me cuenta. 

En el camino perdió muchos plantines y para evitar eso creó su propio vivero, (para reposición y cria). Al año ya tuvo la primera floración de unas increíbles lavandas de color violeta intenso con mucho aroma y dice que lloró de emoción al verlas, rozagantes. La cosecha también la hace a mano, parte de la misma va a secado (se cuelga en ramitos) y luego desgranado para ser guardadas en envases bien cerrado en lugares oscuros. Aquí debajo verán fotos de cada uno de esos momentos...si hasta parecen desprender ese aroma tan particular.

En su pasión por esta noble planta, compró un pequeño destilador, allí con la destilación a vapor obtuvo el "agua floral" y la "esencia". La mismas están ahora en análisis para conocer de sus propiedades, y sumarlas a la cartera de productos. Entre los objetos de deco que produjo con ellas se encuentran pequeñas almohadas con lavandas, sachets con poutpurrí (y hasta logró hacer jabón artesanal), pero, ocupada en otras tareas del campo se concentra en vender la lavanda desgranada y durante la floración, los ramos. Observen en la segunda foto de aquí abajo lo aterciopeladas que se ven sus flores.

En sus palabras:

- " Me hace muy feliz hacer esto, trabajo mucho pero la recompensa es muy grande, la lavandas han sido muy generosas conmigo".

Para los que la quieren contactar, Olga tiene para la venta las flores de lavandas desgranadas y en este momento flores naturales. Vende también agua floral hecha con agua destilada, flores y tallos de lavandas, (que no contiene alcohol).
Para contactarla:
"Lavandas Blue Mill"
Olga García 
Mail: ver aquí. 
Facebook: https://www.facebook.com/lavandasbluemill
Blog: en breve lanza y le avisaremos!

Nos vemos, amigos.

Un beso enorme,

Laureano