Trick or treat. Una espeluznante noche de Halloween en la ciudad

Originalmente el Truco o trato (en inglés «Trick-or-treat») era una leyenda popular de origen céltico según la cual no solo los espíritus de los difuntos eran libres de vagar por la Tierra la noche de Halloween, sino toda clase de entes procedentes de todos los reinos espirituales. Entre ellos había uno terriblemente malévolo que deambulaba por pueblos y aldeas, yendo de casa en casa pidiendo precisamente «truco o trato». La leyenda asegura que lo mejor era hacer trato, sin importar el costo que éste tuviera, pues de no pactar con este espíritu (que recibiría el nombre de Jack O'Lantern, con el que se conocen a las tradicionales calabazas de Halloween) él usaría sus poderes para hacer «truco», que consistiría en maldecir la casa y a sus habitantes, dándoles toda clase de infortunios y maldiciones como enfermar a la familia, matar al ganado con pestes o hasta quemar la propia vivienda. Como protección surgió la idea de crear en las calabazas formas horrendas, para así evitar encontrarse con dicho espectro (y con el tiempo, debido a la asociación mental entre el espíritu y las calabazas, el nombre de este sería dado a ellas, que es como son conocidas hoy día cuando llega esta fiesta).
En la actualidad, los niños se disfrazan para la ocasión y pasean por las calles pidiendo dulces de puerta en puerta. Después de llamar a la puerta los niños pronuncian la frase «truco o trato», «truco o dulce» o «travesura o dulce» (proveniente de la expresión inglesa trick or treat). Si los adultos les dan caramelos, dinero o cualquier otro tipo de recompensa, se interpreta que han aceptado el trato. Si por el contrario se niegan, los chicos les gastarán una pequeña broma, siendo la más común arrojar huevos o espuma de afeitar contra la puerta. (1)
Si bien la noche del 31 de octubre de Halloween (o de “Todos los Santos” para la comunidad hispanohablante, más especialmente para la mexicana), es una costumbre del país del norte, lentamente se ha ido propagando al mundo entero. Ha arraigado tanto en estas tierras lejana pero poco pude encontrar en los negocios de cotillón y tuve que producir algunas cosas con mis manos.
La ocasión para este festejo era el cumpleaños de Agustina y la cita era en el salón Mundo Caramelo de Buenos Aires. Los invitados (todos pequeños) vendrían disfrazados y allí los esperarían con muchas atracciones. ¿Les cuento un secreto? Tuve ganas de volver a ser chico de nuevo. ¿Por qué? Simple, la alegría de los niños disfrazados para esta fiesta pagana me llenó de emoción, más todavía porque, luego de finalizado el trabajo que abajo les voy a mostrar, quise ser parte de su grupo para disfrutar con ellos la alegría, la energía y la pasión del disfraz, por el disfraz mismo.


Creepy Halloween. Conjunto de elementos que conseguí para la deco.

Para la escalofriante entrada preparé un sinfín de telarañas en blanco y naranja, guirnaldas con calaveras de cartón. A un aplique de luz de pared lo cubrí con más telarañas artificiales para asemejar a la luna. Daba miedito ¿no? César, el encargado y DJ del lugar pusieron “Trhiller” de Michael Jackson para recibir a los invitados.




A continuación del pequeño lobby de la entrada, colocamos a ambos lados un juego de calabazas plásticas, calderos con tiras de papel semejando humo y zapallos naturales.


La forma de la Jack O'Lantern (calabaza calada) deviene de otra leyenda celta, de un granjero llamado Jack.

Los zapallos que hay en esta zona sirvieron para la deco. No es la variedad utilizada en los países del norte, pero es lo que tenemos.

Para continuar con la onda, en las paredes y columnas del salón colgamos más de cincuenta metros de tul armados en flecos de tres colores negro, naranja y naranja flúo. Distribuí algunas brujitas de goma eva, arañas peludas y más guirnaldas con formitas, tales como murciélagos y fantasmitas.



Detalle de las columnas con tiras de tul y la gran araña de peluche para dar un aspecto de película de terror.

Detalle de las guirnaldas de cintas y las de papel que diseñé y colgamos por todo el salón.

Como dicho salón contaba con techos altos, pudimos colocar diferentes series de elementos. En la foto de abajo verán fantasmitas en blanco y negro, calaveras plásticas, tres brujitas que volaban con sus escobas, fantasmas de papel y esferas de papel de cotillón en los colores de la celebración: naranja, violeta y negro.



Primer plano del conjunto de fantasmitas y brujita a la izquierda.

Para decorar las mesas preparé los arreglos en macetas pequeñas de barro, pintadas de negro y les puse formas alusivas, flores, velas y escarcha de papel naranja. Los manteles los confeccioné de tafeta de base naranja y violeta y cubremanteles en transfer de los mismos colores con estampas en dorado y negro.



Detalle de uno de los arreglos de la mesa.



En el medio del salón dispuse una mesa para exhibir la torta-escultura y decoramos con marcos antiguos dorados, hojas en rojo y naranja, velas, zapallos y arreglos de flores sobre un cubremantel violeta con brujitas. Todas variedades en naranja usé alstroemerias, margaritas doradas, yerberas y sauce eléctrico con cintas a tono. En las fotos se aprecia con luz ambiente y con las velas encendidas.


Detalle de la fantasmagórica y deliciosa torta.

Hasta aquí amigos, nuestro primer Halloween. Agradezco la confianza depositada a todo el equipo del salón (http://www.mundocaramelo.com.ar/). Esperemos que se repita, porque como decía más arriba es una fiesta que llegó para quedarse. Si bien en primera instancia se vio circunscripta a los barrios cerrados donde los pequeños y adultos que los acompañan tienen más seguridad en tocar puertas para decir: “Trick or treat” no descarto que se puede traducir en divertidas ocasiones citadinas.

Los dejo. Un cordial saludo.

Hasta la próxima,
Laureano

(1) Fuente: www.wikipedia.org

2 comentarios

  1. Te pasaste, Lau... divina ambientación y genial evento, chapeau!
    Besitos:>

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  2. Gracias matii....viste que espeluznante algunas cosas...a la araña la colocaba y decía, ay! los chicos con qué cosas se divierten jajaa...
    estuvo fantástica la fiesta.
    Besos
    Lau

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