Boda en el Hipódromo Argentino de Palermo. Parte 2

Hola amigos.
Tal como les había adelantado, esta semana le toca el turno a la deco que preparamos y colocamos en las mesas de los comensales, los toilletes y el lobby-lounge, todos ellos correspondiente al segundo piso y entrepiso.

Les cuento: el salón se dividía en varios sectores o bandejas y en todos se ubicaban más de cuarenta mesas para todos los 400 invitados. Los flamantes esposos querían que ninguna mesa se pareciera a otra, así que les sugerí juegos diferentes de arreglos de flores, candelabros de cristal y topiarios naturales. Estos últimos, eran la estrella indiscutida del salón. A ellos los armamos con diferentes flores secas. Usamos lunaria (o flor de nácar), laurel y ruscus, todos debidamente blanqueados para que combinen con los demás centros y apoyaban en altos pies de cristal.

La puesta en escena de cada una de las mesas incluía cubremanteles de cuatro tipos diferentes de voiles y gasas doradas, shots de velas y un fanal impreso. A ellos los confeccionamos con las viejas hojas de un libro de Leonardo Da Vinci (“El códice atlántico”) y agregamos los grandes números ploteados en negro. Le daba a un aspecto vintage que venía de maravilla en el conjunto.
Abajo véanlo en detalle:

El fanal impreso iluminados con una vela dentro otorgaba una luz muy tenue y elegante.

Los centros de mesa se armaron con uno o dos recipientes con diferentes flores, tales como fresias, alelíes, onitogallo, solidado, margaritas, lilliums, san vicente y gypsophillas. Todos ellos en la gama de los blancos, amarillos y dorados y naranja. Hacia el centro de la mesa, un haz de luz proveniente de columnas con pines le daba un aspecto más teatral.

Aquí un arreglo con San Vicente dorado. Es una variedad cuyo color vira entre el mostaza furioso y el naranja apagado.

Como les decía anteriormente, las mesas no eran todas iguales. Para algunas elegí candelabros bajos de cristal de cuatro brazos y otros altos de una sola vela que distribuimos aleatoriamente.
Aquí algunos de ellos:

Junto a las mesas con los topiarios, eran las más elegantes y las que más llamaban la atención. Creen lo mismo que yo?
Así se veía todo el salón previo a la entrada de los invitados.

Los livings para armar el lounge, el guardarropa y el acceso a los toilletes, los ubicamos en el piso de abajo. Allí arreglos sólo de follajes verdes en la entrada de cada uno de ellos eran la estrella y tachos PAR1000 que daban la nota en gelatinas verdes y azules, más velas completaban la puesta. En el toillete de mujeres canastas con amenities varios funcionaban también a modo de souvenires.

En el entrepiso, en donde también se encontraba el acceso principal al salón, iluminamos la escultura de mármol de carrara con gelatinas azules y pétalos en el piso más las infaltables (me gusta usarlas siempre) velitas en shots para demarcar las escaleras.

Y para cerrar los dejo con una panorámica de todo el lugar visto desde la pista de arena.

No se olviden, la próxima semana termina la serie de tres post dedicados a la deco de esta hermosa boda.
Los espero.

Gracias Mónica como siempre, por tu invalorable y desinteresada colaboración en la corrección de estos posts.

Un saludo enorme,

Laureano
Lunes 24 de octubre de 2011, con presidente reelecto.