Caseros restaurant

Hola amigos, lectores (nuevos y de la vieja escuela) y ocasionales.
Cuando recién comenzaba este blog, y todavía no tenía una impronta tan marcada como le di ahora, me propuse subir y mostrar todas las cosas bellas que me atrapaban. Entre todas ellas, sumados a los placeres mundanos que nos rodean, también incluyo los placeres sibaríticos: la comida y todas sus expresiones.  Como me gusta pasear y visitar los nuevos restós es que di con "Caseros" a quién dedicamos este post. Dicho restó abrió hace un tiempo ya y se convrtió en la parada obligada de turistas y vecinos del barrio.

El restó está ubicado en una bella zona de San Telmo, donde se están asentando las mejores propuestas gastronómicas de la city porteña (tomar nota los turistas). En muy pocas cuadras sobre la avenida -del mismo nombre que el restó- y delimitada por las calles Perú, en el medio Bolívar y Defensa, se encuentra esta zona de cantinas, galerías de arte y teatros que vale la pena visitar.


Ya hablando del restó en sí, me sorprendió en todo sentido: comida riquísima, sana y natural, ambientación sencilla, cálida y fresca y atención acorde.

Las mesas y sillas en la vereda, el toldo rayado como las antiguas cantinas de barrio y la nada ostentosa deco interior con mantelería de algodón en puro blanco y con centros de mesa con frutas y verduras frescas (con las mismas que cocinan y compran en el mercado para el día) es un placer para todos los sentidos. La carta va variando de acuerdo a esas compras. La vajilla vintage es todo un detalle muy canchero.

El logo impreso en letras doradas como antaño en su vidriera: fotografiada desde adentro; todo un detalle que celebro. 

Hasta la indumentaria de quienes allí trabajan remiten a tiempos pasados.

Mesas grandes y sillas pintadas de blanco dan el marco justo sobre baldozas de granito.

Un caja blanca acoge estanterias armadas con madera recuperadas, que exhiben vajilla antique y canastas y cajones con los productos naturales con que cocinan. Todo un acierto! Al fondo a la derecha una colección de teteras antiguas.

Otro plano detalle de las estanterías y la ventana pasaplatos con la cocina a la vista. Hermoso espectáculo.

 

La carta. Había muchas cosas ricas más, se los aseguro.

Con mi amigo Martín, no nos resistíamos a probar todo lo que ofrecían, pero nos controlamos y pedimos -cada uno- una entrada y plato principal...parecía todo tan sabroso. Y lo fue.
Yo elegí como entrada vegetales asados con queso de cabra y una salsa criolla espectacular.

Mi entrada servida. al costado la revista Telma que siempre me acompaña en las recorridas por el barrio.

Como principal opté por una pechuga de pollo rellena, también con vegetales y papines andinos. Una delicia les cuento. Acompañe la comida con limonada con gengibre y menta.

Mi plato principal.

Nuestra mesa bajo una estantería que guarda especias y conservas. Nuestro centro de mesa era con pimientos rojos y verdes.

Las fruteras de centro de mesa con peras, manzanas y naranjas frescas.

No dejen de visitar este genial restaurant: lo disfrutarán. Tiene una carta variada pero no extensa y con precios acorde a la propuesta y atención. Jugando al crítico gastonómico le doy 4 *.


Caseros restaurant
Av. Caseros 486. Teléfono: +54 (11) 43074729
En Guía Oleo: ver aquí.

Un beso y hasta el lunes de la semana que viene.
Laureano
Jueves 1ro de marzo de 2012.