"Si Buenos Aires alguna vez fue París, El Palacio Paz es uno de sus más altos exponentes. *
Un poco de historia:
El “Palacio Paz” ubicado frente a la Plaza San Martín es uno de los edificios más lujosos de la ciudad de Buenos Aires. En la actualidad y desde 1938 es la sede del Círculo Militar. Fue construido como un conjunto de residencias particulares, a fines del siglo XIX y principios del XX tuvo características únicas por su variedad y calidad. Se evidencia que para la fachada externa, tomaron como modelos el Palacio de Chantilly y uno de los frentes del Palacio del Louvre, el cual mira al río Sena. La sumatoria de todas sus alas y plantas, con un entrepiso que mira a M. T. de Alvear, dan como resultado una increíble cantidad de metros cuadrados cubiertos (12.000), bellamente ornamentados.
El Dr. José C. Paz fue embajador argentino en Francia entre los años 1885 y 1893. En 1900 viaja nuevamente a Europa y le encarga al arquitecto francés Louis-Marie Henri Sortais que diseñe esta majestuosa mansión. Así fue que en el año 1092 el Dr. Paz emprendió la construcción de este suntuoso proyecto, que no pudo ver concretado ya que falleció en 1912. El arquitecto Sortais nunca visitó Buenos Aires y tampoco vio concluida su obra ya que muere en 1911. Pero las que sí disfrutaron de esta pomposa residencia familiar fueron su esposa y sus hijas. La terminación del edificio estuvo a cargo del ingeniero Carlos Agote por el año 1914.
Varios historiadores se han encargado de señalar de las aspiraciones presidenciales del Dr. José C. Paz a lo largo de su vida, cabe suponer por ello, que el diseño del palacio respondía a la idea del propietario a ser utilizado como residencia presidencial.
En la actualidad al Palacio sólo se accede con visitas programadas o siendo miembro del Círculo, tal es el caso de Fernando que contrajo matrimonio con Harris allá por diciembre del 2008. Me tocó en suerte oficiar como organizador, ya que los futuros esposos fijaron su residencia hace muchos años en Washington D.C. y necesitaban un contacto fluído con todos los proveedores implicados, desde Buenos Aires.
Los salones donde se desarrolló nuestro atípico evento fueron en la amplia recepción -lobby del primer piso, en el salón "Gran Comedor de Honor", que al igual que la galería, la boiserie y muebles de este ambiente fueron tallados a mano en nogal italiano por el ebanista Perchaux, siguiendo el estilo renacimiento francés y en el "Salón de Baile", inspirado en la famosa galería de los espejos del Palacio de Versailles.
Detalles de la elaborada boiserie en nogal italiano y las grandes luminarias de bronce.
El “Gran Salón de Baile” está totalmente revestido en boiserie pintada y ornamentada con la técnica del dorado a la hoja. Tres grandes ventanales permiten una magnífica vista de la Plaza San Martín, por ellos, al ingresar la luz natural la misma se refleja en los espejos de este salón dando aún mayor prolongación al espacio. El solar está cubierto con parquet de roble de Eslabonia, adornado con una importante marquetería. En la parte alta de la pared posterior del salón se encuentra el palco para la orquesta, espacio reservado a los músicos que tocaban durante las veladas realizadas por la familia y que para esta oportunidad fue el lugar del DJ e iluminador.
Dos mesas de tipo consola con base de madera y tapa de mármol de carrara sostienen jarrones de porcelana japonesa Imari, que decoré con velas en shots y velones a ambos costados.
Para la iluminación de la sala se utilizan dos arañas realizadas en bronce con caireles de cristal, que dimerizadas, generaban un ambiente principesco.
Detalle de las bellas arañas de bronce y cristal.
Por qué dije evento atípico? Por varios motivos. La novia decidió que se casaría muy tempano, casi al caer el sol en la bella Iglesia Santa Catalina de Siena, en el barrio del Retiro y que su vestido y ramo iba a ser en tonalidades violetas. Por ello, le armé el ramo en lisianthus blancos y violetas, rosas blancas, gypsophila y una orquídea phalaenopsis.
Un momento de la ceremonia por iglesia.
Volviendo al lugar de la boda… la gente del Círculo fue quién le proveyó muchos de los ítems para su servicio, así que yo me encargué del diseño de las tarjetas (junto a un diseñador gráfico), el envío y seguimiento de las mismas, del ramo, el tocado, la iluminación, listado de temas junto al DJ y la canción para la entrada de los novios (la de “When Harry Meet Sally”, que hacía honor a los novios), la fotografía y la florista, entre otras.
El espacio del que disponía era por demás bello y opulento así que la novia decidió que poco íbamos a invertir en arreglos y deco. La entendí muy bien a pesar que amo, como Uds. bien saben, las mezclas, las yuxtaposiciones y arreglos bien importantes y bonitos.
La primordial tarea, entonces, era no recargarlo. Por tal motivo sólo ubiqué en la entrada y en cada uno de los escalones shots con velas, para dar una sensación de ensueño, que repetimos en el Gran Salón Comedor con algunos pocos arreglos de flores blancas y follaje bien verde. La puesta la acompañamos de tachos PAR1000 con gelatinas ocres y verdes.
Detalle de la entrada en un "antes y después" del encendido de luces.
Las mesas ya listas, vestidad para la gran noche.
En el Salón de Baile, en cada mesa puse esferas de vidrio con rosas color salmón, cartelitos impresos en un hermoso y sensual papel ingré con los menúes para cada comensal y el número de mesa, que fue provisto por el Círculo.
En la sala de descanso, contigua al "Gran Salón de Baile", sólo dispuse los hermosos juegos de livings existentes de forma tal de contar con un espacio para recuperar energías o sentarse a charlar con los amigos.
Aquí otro de los livings de terciopelo verde lima y marquetería en dorado que ubicamos en el lobby.
El hermoso y distinguido diseño gráfico de las tarjetas y menú estuvo a cargo de Ernesto Lavandera. Contacto aquí: (elavandera@dedededo.com.ar)
Para hacer más importante la ubicación de los novios coloqué candelabros de vidrio color plata. La premisa fue sencillez y elegancia. Lo advertirán en las fotos. No eran necesarios más elementos.
También me encargué del cotillón temático. Junto a Fernanda, la novia, elegimos todo en negro, blanco y plata con diseño veneciano. Una maravilla cada uno de ellos. A tal punto que al momento de distribuirlos, los invitados, se disputaban aquellos que le resultaban de mayor agrado.
Antes y después de la ceremonia, los novios, aprovecharon cada una de las estancias del hermoso palacete y del parque para sacarse fotos.
Todos felices y contentos con el resultado.
Espero que les haya gustado este evento que como otros fue realizado en la Ciudad de Buenos Aires el día 13 de diciembre de 2008.
Tips de estilo: Siempre hay que tener en cuenta el entorno al momento de decidir un outfit para una ocasión como esta. Hay veces que directamente las tarjetas nos lo hacen saber: “Elegante”, “Elegante Sport”, “Sport”, “Coctel”, “Casual”, etc., pero para otras es mejor estar informado y consultar con otros asistentes para no sentirse fuera de lugar. Para los hombres un buen traje de 2 dos o tres piezas (muy de moda), azul noche, negro o con fantasías, con corbatín oscuro de seda haciendo juego, hubiera sido la elección ideal. Se recomienda llevar un pañuelo también en el bolsillo izquierdo a tono con la corbata o bien a contratono, jugando con los colores. Accesorios? Un buen reloj con malla de cuero oscura, cinto y zapatos de la misma tonalidad.
Para ellas nunca queda mal el vestido largo, acompañado de chales o chalinas, sobres, joyas o bijoux y el cabello recogido, especialmente si tiene gran escote para destacarlo. Buenos zapatos de taco alto (aunque no se vean), make up elegante no recargado. Los pantalones (aunque se encuentran opciones con bordados y detalles de pedrería) no son opciones apropiadas para la Alta Noche aunque sí lo sería para un cóctel.
Espero les haya sido de ayuda estos consejos y si tienen alguna duda me describen que con gusto les responderé.
Nos vemos la semana que viene amigos!
Laureano
Miércoles 8 de junio de 2011
