The French Culture

22.6.10

Si algo es indiscutible, es el encanto, el charme, el savoir faire de los franceses. El estilo que han conseguido no se compara al de otras expresiones de otras tantas culturas. Los americanos cultivan la opulencia, ahora empatada con los asiáticos, los latinoamericanos la multiculturalidad y colorido, pero la moderación, la belleza que cultivan los parisinos (hasta estas alturas el del único que conocí), producto de años de historia y buenaventuranzas, hacen que todo lo que toquen, todo aquello que emprenden o realicen tenga esa impronta de sofisticación y buen gusto que lo pueden atestiguar sus calles llenas de turistas (algo no muy halagüeño para el parisino), sus aceras, sus escaparates, sus galerías de arte, sus plazas y monumentos como el impresionante Chateau de Versailles con todos sus lujos a la vista y que con el tiempo, todavía no ha perdido su esplendor. Creanme.

Por qué les cuento esto? Días atrás fuimos a comer a "Brasserie Petanque" (dígase Braserí Petánc) en el barrio de San Telmo y la pasamos de maravillas. Compartimos una entrada llamada Delicias Petanque y luego un conejo confitado a la mostaza de Dijon vintage y yo unos ravioles de salmón con salsa de champagne exquisitos y abundantes por suerte, regado con un espectacular ejemplar de Bodega de Fin del Mundo Reserva Pinot Noir. Lo bueno de todo ello fue que la adición al final no fue tan cara como esperábamos, la atención muy cálida y la ambientación acorde, con grandes pósters que su dueño, francés él, que recibe y atiende las reservas, trajo de sus pagos y recorridas por el mundo. Se los recomiendo, tanto sea para un almuerzo de negocios, una cena romántica (ojo que en algunas mesas se tocarán con el codo del comensal de la mesa de al lado) o para un recorrido sibarítico por la French Culture. Bah! por uno de los tantos lugares que ofrecen comida de este tipo, no? Para los menos experimentados, la Guía Óleo (http://www.guiaoleo.com.ar) es otra buena opción para buscar restós con diferentes parámetros de búsqueda para los más ansiosos, tanto sea por barrio, precio, promociones, etc. Hay que probar todo esto que se nos ofrece en esta también bella Buenos Aires.

Aquí les dejo algunas imágenes de su encantadora deco interior:




Y a modo de ejemplo de esta cultura también les dejo unas bellas fotos que tomé cuando tuve oportunidad de conocer la llamada Ciudad de las Luces…y del Amor en el 2006. Una serie de bellas imágenes que cada día que quiero rememorar el viaje, opto por volverlas a ver. Si se cansan tengo 7000 más que hice de ese viaje...
Que las disfruten!



A bientot, mon amis!
Laureano

22 de junio de 2010. 
Mes de la Bandera Nacional y año del Bicentenario.
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No hay dos fuegos iguales

11.6.10

Parafraseando a Eduardo Galeano, que en su obra “El libro de los abrazos” (Siglo XXI Editores), nos habla de los fuegos y en esas bellas palabras no sólo podemos descubrir su intrínseco significado sino que también podemos encontrarle un sinfín más de connotaciones quiero aquí homenajear a los amigos, esas entrañables personas que día a día o, de cuando en cuando, nos sirven de apoyo.

A cuento viene, que una de ellas, tiene el libro del que les hablo, escrito en una de las paredes de su casa, en una hermosa caligrafía; regalo a su vez de otro querido amigo. Esta obra ha sido elogiada y comentada y tiene en google más de 3.230.000 de resultados, nada original soy por tanto, escribiendo sobre ella, pero una vez más, cada lector es quién dota de un nuevo y personal significado y por ello, puede sentirse con valor para obsequiárselos a otros seres queridos. Esto es lo que hace a las obras perdurables en el tiempo. Siempre tendrán una nueva y mejor lectura.
Y allí radica su belleza.

El cuento se titula El mundo y es el capítulo 1 del libro de referencia:
Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.
A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.
—El mundo es eso —reveló—. Un montón de gente, un mar de fueguitos.
Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.

En la Catedral de Barcelona.
En Notre Dame de París.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.


En un recital.
Una de mis primas, jugando con bengalitas en una fiesta de año nuevo.
Como decía antes, estos fuegos, para mí, y hoy, remiten a mis amigos queridos …sin ellos, la vida sería más triste, sin duda más aburrida y solitaria! Pero claro, los amigos tienen diferentes significados según la etapa de nuestra vida que nos toque en suerte escalar. De pequeños son compañeros de juegos, de adolescentes de aventuras y descubrimientos, de jóvenes es cuando el valor de la amistad comienza a ser más robusto y cuando se van forjando los lazos que ya nada los separará, de adultos….bueh, qué decir! Es cuando ya no son necesarias ciertas palabras porque una mirada, un gesto y hasta una palabra –aunque más no sea en la distancia-nos ayudan a sortear los obstáculos que se nos presentan y eso ayuda.
Y mucho.

A mí me gusta esta etapa, sin duda. Ya no necesito verlos con frecuencia, no necesito el estar pendiente, si llama o no, si me invita o no, eso lo dejo para otros.

Río de Janeiro. Febrero de 2010.
La Torre, encendida a cada inicio de hora.
El Carrousel al pie de la Torre Eiffel.
No necesito asiduidad, de la continuidad de las charlas, un simple mensaje, por el medio que sea y de escuetas palabras cumplen con su cometido, porque por más que hayan pasado días, o meses, un nuevo reencuentro puede echar por tierra todo eso que no dicho, no se vivido, pero sí pensado o añorado. Lo que sucede en el medio no es tema de importancia, existe sí, pero no en relación al “amigo”. Eso, lo demás, NO ha existido. Sólo cuenta el momento de verse y pasarla bien juntos. La comunicación con un amigo (o con varios de ellos) es única. Las risas, el llanto, el mate y la charla constante. Eso sí que se vive con amigos. Y por ello y para ellos va este homenaje. A ellos, mis amigos, quiero dedicarles este cuento, revisitado hasta el hartazgo, lo sé…pero es tan bello que lo quiso compartir con Uds.

Brasil.
Les dejo unas imágenes que tomé con mi cámara para ilustrarlo. Estas fotos no remiten a la amistad propiamente dicha, sino a esos fuegos de colores que nos alumbran, dan calor y acompañan, como dice el cuento.
El bar de mi hermano.
Entre Ríos.
La Boca.
Castelli.
Los abrazo,
Laureano
12 de junio de 2010.
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